Silent Hill

Silent Hill: Konami creó un videojuego (1 solo jugador) que es el mejor juego de terror de todo el catálogo para Ps One. Una aventura que nos pondrá los pelos de punta, sobre todo por la increible ambientación que tiene su esotérica trama en la que nos sumerge, que conseguirá sin duda que pasemos miedo de verdad. El control del personaje es un poco difícil y se echa en falta algo más de definición gráfica, pero si se quiere disfrutar de una aventura de terror única, es un JUEGAZO imprescindible para cualquier juegoteca. Está traducido al español.

Konami nos ofrece el juego más terrorífico que se ha hecho nunca en cualquier formato. Silent Hill es capaz de asustar y acelerar el pulso solo con su atmósfera y puesta en escena. Basta simplemente para comprobarlo con ponerse a jugar en una habitación oscura y subiendo el volumen de los altavoces de la TV. Además, es un Survival Horror largo de duración, difícil y con múltiples alternativas. Lo dicho, un juego genial e imprescindible. Esta historia de pesadilla se centra en Harry Mason, su llegada a Silent Hill y su intento de encontrar a su hija adoptiva, Cheryl Mason. Durante el progreso del juego, el protagonista descubrirá que Cheryl tiene un pasado perturbador mientras los detalles de su origen son revelados. Tambien se encontrará con Cybil Bennett, una policia que le ayudará a encontrar a su hija en este pueblo maligno. Su compleja historia y su terrorífica atmósfera, donde la espesa niebla y la oscuridad nos rodeará constantemente, convirtieron a este survival horror en todo un éxito.

Ni siquiera sus secuelas han sido capaz de superarle a la hora de transmitir tanta tensión y desasosiego. Y es que andar con Harry Mason con una linterna y una radio aparentemente rota, porque solo emite un sonido similar a la estática al estar cerca de algún monstruo, por las vacías calles y la densa niebla de Silent Hill acelera el pulso, incluso antes de ver a todas las grotescas criaturas de pesadilla a las que nos enfrentaremos. Desde una perspectiva en tercera persona y unos ángulos de cámara imposibles, nos sumergerá en una surrealista historia con escenarios cotidianos como un hospital o una escuela, pero todos aparecerán en dos versiones: El mundo real, aunque bañado por una gran niebla y el otro mundo en el que todo tiene un aspecto sucio y oxidado. Y además están inundados de trabajados acertijos.

 

Esta es la mejor manera de conocer el origen del auténtico terror. Y además dispone de cinco finales, que variarán dependiendo de las acciones que realicemos, ya que otra de las muchas características de Silent Hill era el uso de varios finales, buenos, malos y hasta uno con ciertos toques de humor en el cual los protagonistas tendrán hasta un encuentro con extraterrestres. Cabe destacar también su cuidada y gran banda sonora de Akira Yamaoka, que ayudaba y mucho, a meternos por completo en la atmósfera de terror y tensión que se respiraba en el juego. En definitiva, este juegazo fue una experiencia terrorífica que muchos han intentado replicar sin éxito. Los primeros 15 minutos de la historia, o el puzzle del piano, por ejemplo, se nos han grabado en la memoria, junto a los escalofríos que pasamos entre la niebla...

Y es que este fue el primer juego que consiguió dar miedo de verdad, aunque la verdad, gráficamente su apartado técnico no era uno de sus puntos fuertes. En lugar de optar por los fondos prerrenderizados, se atrevieron a construir el entorno en 3D, por lo que el nivel de detalle se resentía comparado con otros juegos de la competencia. Sin embargo, supo convertir esta debilidad en una fortaleza, ya que la niebla (que limitaba la distancia de dibujado) y el aspecto sucio y poco detallado del juego, reforzaban la sensación incómoda de toda la aventura. Además, esto permitía que las cámaras se moviesen (aunque el jugador no pudiera controlarlas). Para compensar estas carencias visuales, el apartado sonoro es una de los trabajos más brillantes de la generación (y eso que no estaba doblado al castellano), porque los efectos de sonido también juegan un papel fundamental: La radio emitiendo ruido blanco cada vez que se nos acerca una criatura, la ausencia de música en los momentos más tensos, los chirridos ocasionales o los rugidos de los monstruos. Si cerramos los ojos, nos parece estar oyéndolos ahora mismo... "Genial y sobre todo muy sobrecogedor e impactante".

  

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