La cara más visible de las carreras de estilo arcade dando el do de pecho. La saga acompañó en su nacimiento a Ps One y estuvo a su lado hasta el final, con una cuarta entrega que dejaba en pañales a todo lo ofrecido por sus antecesores. Lejos del realismo de Gran Turismo, Ridge Racer Type 4 apostaba por un gran y profundo modo historia, por los derrapes descomunales y un sencillo pero adictivo control. 300 coches pero sin licencia y música tecno completan un juego que supuso el refinamiento y el engrandecimiento de una de las sagas con más solera. En el modo historia (Grand Prix) podremos elegir entre 4 equipos: Racing Team Solvalou, RC Micro Mouse Mappy, Pac Racing Club, y Dig Racing Team, basados en los juegos de Namco: Xevious, Mappy, Pac-Man y Dig-Dug. Y competiremos en cuatro mangas, resultando un total de ocho pruebas de dificultad paulatinamente creciente. También dispondremos de los modos Time Trial y Vs Battle en la que podremos jugar dos jugadores a pantalla partida y los Extra Trials, pero esta opción sólo es accesible si completamos el modo Grand Prix. La recompensa tras conseguir todos los coches viene con un gracioso Pac-Man móvil con su propia BSO.
Ridge Racer Type 4 representa el culmen de la saga en PlayStation. Gráficamente soberbio, el sombreado Gouraud y los reflejos en la carrocería unidos a un motor gráfico muy sólido elevan el nivel hasta límites insospechados. Las secuencias intermedias en las que el jefe de equipo se dirige al jugador y un nuevo sistema de desbloqueo en árbol de nuevos coches le confieren una mayor profundidad que los títulos anteriores, sacrificando parte de la inmediatez en favor una mayor duración. RRT4 es el último título de la saga para la gris de Sony y a fé que es una gran despedida, tecnológica y gráficamente al máximo nivel posible en una PlayStation, por su sombreado Gouraud, Motion Blur, carga poligonal máxima, efectos de sonido superiores, su solidez extrema, todo ello acompañado por una magistral introducción FMV que sigue siendo considerada una de las mejores de la historia del videojuego y una presentación y diseño de menús ciertamente memorable. Su jugabilidad es impresionante, gracias al genial manejo de los coches y para redondear este magnífico título, decir que posee unas fantásticas canciones que acompañan a la perfección al juego. El mini-remake incluido del Ridge Racer original tiene gráficos ligeramente mejorados, menos coches en pantalla y a 60 fotogramas por segundo.
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