Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo: Una soberbia aventura, muy completa, con sus puzzles, sus plataformas y sus batallas a espada. Estéticamente perfecto y con un desarrollo que pica y sabe atrapar. No podrás dejar de jugar hasta llegar al final. Y eso es lo malo: Que dura poco. Se hecha en falta algún puzzle más.
El primer videojuego del Principe de Persia en PS2 fue una aventura digna de las Mil y Una Noches, capaz de conquistar por su belleza y su manera única de entender la acción y las plataformas. La aventura y sus protagonistas: El Palacio del Sultán ha caido bajo la maldición de las Arenas del Tiempo y el Príncipe debe romperla. Para ello cuenta con su agilidad para trepar, correr por las paredes o saltar, y hasta con el poder de hacer retroceder el tiempo. El satisfactorio control responde a la perfección y exige habilidad. Desarrollo del juego: Hay enemigos con los que usar la espada, trampas que esquivar y zonas de plataformas en las que hay que pensar como usar nuestras acrobacias. Todo bien equilibrado. Eso si, el juego es corto.
Apartados técnicos: Los escenarios del Palacio están recreados con singular belleza y son muy detallados, y los personajes exhiben excelentes animaciones. La oriental banda sonora aporta un toque de magia. Lo mejor: Su original concepción de la exploración y las plataformas, sus gráficos, su ambientación... Todo raya a un altísimo nivel. Lo peor: Sin duda, su corta duración, ya que superar la aventura nos supondrá apenas unas 10 horas de juego. Conclusión: Una de las mejores aventuras de PS2, de gran belleza y genial desarrollo. Es corto, si, pero aún así imprescindible.



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