ICO

ICO: Sony creó un videojuego (1 solo jugador) que es una acertada mezcla de aventuras, plataformas y puzzles, que resulta muy original y muestra una gran belleza estética. Es un juego diferente y muy atractivo, que lo hace una experiencia capaz de tocar la fibra sensible a cualquiera. Está traducido al español.

Un chico víctima de una maldición, perdido en la oscuridad de las sombras. Una joven chica consumida por el dolor y la soledad. Juntos deberán encontrar el camino a la luz y salir de la enorme y misteriosa prisión en la que están recluidos. Cada escalera, cada puerta que chirría y cada columna forma parte de un gran rompecabezas. La luz que desprende la llama de las antorchas o flechas solo ilumina otro misterio. Solo de ellos dependerá encontrar el camino para abandonar el mundo de la oscuridad y el horror. De alguna forma deberán lograr su misión: Encontrar de nuevo la esperanza de la luz.

En esta genial obra de Fumito Ueda seremos un chico llamado Ico, que al haber nacido con cuernos eso fue considerado una maldición en su aldea y con él tendremos que explorar y escapar de un misterioso y sombrío castillo, resolviendo puzzles y sobre todo guiando y protegiendo a una chica llamada Yorda, de la amenaza incesante de unas sombrías criaturas que también habitan en esta fortaleza. Fue un juego diferente, minimalista, un viaje iniciático de pura inmersión para nuestros sentidos. La unión de Ico y Yorda marca el tiempo y la tensión de una aventura que mezcla con gran maestría acción, combates, plataformas y puzzles. Todo ello bañado por la luz y la oscuridad, con unos escenarios ricos en detalle y arquitectura, que se alzan ante nuestros protagonistas de forma amenazante y la vez decadente.

Este juegazo fue pionero a la hora de mostrar un motor gráfico sólido, pleno de efectos de luz solar capaces de deslumbrarnos., una buena recreación del agua, animaciones artesanales y ausencia de cargas. También nos regaló el triunfo de un rico y atmosférico catálogo de efectos de sonido sobre una banda sonora notable, pero prácticamente testimonial, algo que certificó esa ansiada inmersión para el jugador tan deseado por Ueda. Tampoco podía faltar una generosa intro para dejar todo claro desde el inicio, el épico y enigmático final o la marcada barrera idiomática entre Ico y Yorda, al menos en la primera partida, para añadir más fuerza al mágico y protector ritual de cogerse de la mano. Ico está dividido en 6 grandes zonas, algunas con nombres tan sugerentes como El Miedo a Caer o Simetría, que nos brindan más de una veintena de emplazamientos para una odisea de 7 u 8 horas de duración. Es una obra de referencia, que nos tendió su mano eterna para iniciar un viaje épico, luminoso e irrepetible.

Hay que tener en cuenta tres cosas durante nuestro destierro a ese castillo/fortaleza: 1º- Las Sombras, porque intentarán atrapar a Yorda e introducirse en los vórtices. Acaba con ellas con tu arma y no pierdas de vista a nuestra pálida dama. 2º- El Sofá del Amor, que es un objeto inesperado y nada discreto para salvar la partida, siempre y cuando Ico y Yorda se sienten juntos, por supuesto. Y 3º- El secreto de la sala cerca de la cascada. Encesta el objeto caido del arbol y recibirás una poderosa maza y en una partida nueva, la espada láser. Hay que decir, la verdad, es que pasó al principio casi sin pena ni gloria. Quizá por ser demasiado original... Solo aplaudido por la crítica, a día de hoy es un juego de culto y para mi otro auténtico imprescidible. A día de hoy se puede conseguir remasterizado en HD junto con el también genial Shadow of the Colossus, del que os hablaré más adelante, para la consola PlayStation 3.

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