Con un control tan realista, podremos disfrutar de las carreras de turismos reales como el apasionante modo Gran Turismo. Tras superar pruebas de conducción y conseguir diferentes licencias, participaremos en decenas de competiciones para ganar dinero e invertirlo en diferentes vehículos y poder modificar su mecánica. Su desarrollo atrapa sin remisión y ofrece incontables horas de diversión. Su realismo y control es un ejemplo a seguir en lo que se refiere a conducción realista. Cada vehículo presenta sus propias características y un comportamiento fiel a la realidad. El control es excelente, con lo que conducir es una experiencia de lo más satisfactoria. Eso si, los coches no se deforman en las colisiones.
El diseño de los vehículos, los reflejos sobre las carrocerías o los efectos sonoros dejan claro que GT3 es genial técnicamente y solo se echan en falta un poco más de sensación de velocidad con los coches de menor cilindrada. En resumen: Sobresale en todos los aspectos, pero destaca el realista y satisfactorio control. Conducir es un auténtico placer en este grandísimo videojuego, aunque la sensación de velocidad solo impresiona con los coches más potentes... Y su continuación ofrece más coches y opciones para nuestras consolas PS2, pero es un título capaz de enamorar a cualquier amante de la conducción gracias a su insuperable realismo y genial control.
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