Metal Gear Solid 2 Sons of Liberty: Grandísima aventura de espionaje e infiltración que cuenta con gráficos de lujo, un desarrollo vibrante y una jugabilidad a prueba de bombas. Uno de los grandes imprescindibles de PS2, por diversión, calidad y precio. Una obra de arte, tanto por su calidad técnica como por la profundidad de la aventura, que combina de manera impecable la acción y la infiltración. Además está plagado de detalles, sorpresas y momentos inolvidables que hacen que volverlo a jugar sea una delicia. Un juego que cualquier amante de las aventuras de infiltración debería tener. Digno de la mejor película de Hollywood. No es muy realista, pero si enormemente divertido.
Metal Gear sentó las bases de los videojuegos de infiltración y con su debut en PS2 llevó a las aventuras de espías a un nuevo nivel, en el que técnica y jugabilidad están al servicio de la diversión. Argumento y tipo de sigilo: El presidente de EEUU ha sido secuestrado en una base marítima y los terroristas amenazan con utilizar un arma nuclear. A nosotros nos toca colarnos en la base y evitarlo, combinando detalles reales con otros fantásticos, como la presencia de vampiros. No es muy realista por esos detalles. Variedad de acciones y gadgest: Tremendamente equilibrado y variado. Podemos descolgarnos por salientes, coger rehenes, disfrazarnos, meternos dentro de una caja... Y respecto a los gadgest, exactamente lo mismo: disponemos de gafas térmicas, micrófonos hipersensibles...
Duración: Ofrece cerca de 15 horas de duración, una cantidad que se reduce considerablemente si quitamos las secuencias de video y conversaciones entre los protagonistas. Es su único aspecto negativo. Su enfoque de la infiltración, que combina elementos fantásticos y reales con unos gráficos y un sistema de juego impecables. El desarrollo de la historia abusa demasiado de las secuencias de video, por lo que nos deja pocas horas reales de juego, pero es sin duda alguna de lo mejorcito para PS2. Una delicia solo superada por la tercera parte de esta genial saga.
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