Crash Bandicoot


Crash Bandicoot: Naughty Dog creó un videojuego (1 solo jugador) que es sin duda alguna, un magnífico plataformas, muy simpático, divertido, variado y de buena factura técnica que fue la apuesta clara por parte de Sony, para hacerle la competencia a Super Mario 64. Y lo fue tanto que para muchos, ha sido considerado la mascota de esa compañia en la Ps One. Fue uno de los juegos de plataformas pioneros en usar las tres dimensiones, aunque no dando un salto tan determinante como Nintendo, más que nada porque en parte guardaba la esencia del plataformeo 2D de toda la vida hasta entonces. La pena es que llegó en totalmente en inglés.


Obviamente inspirado en el Demonio de Tasmania y también en Sonic, ya que de hecho hace un giro muy similar a éste, Crash Bandicoot es un marsupial en la que su tranquila y relajada vida selvática de comer y dormir se ve interrumpida por los planes de dominación del Dr. Neo Cortex. Mutado por este doctor, Crash intentará impedir los planes de su creador y para ello tendrá que recorrer junglas, templos, volcanes, castillos, laboratorios o cavernas, más unas fases invertidas, en las que el personaje viene hacia la pantalla siendo perseguido por enormes bolas de piedra, en una indudable referencia a Indiana Jones. Las manzanas son el item básico de nuestro protagonista, como para Super Mario son las monedas o para Sonic son los anillos. Las cajas, algunas explosivas de TNT, son otro inolvidable elemento que nos acompañará en la aventura, al igual que las gemas que vamos recolectando durante el juego. En contra poca cosa: Que es muy fácil y que está superado por sus secuelas.


Quizá los más jóvenes no lo vivieron, pero hubo un tiempo en el que las compañías tenían su mascota particular. Sonic era la de Sega, Mario la de Nintendo y la de Sony fue, al menos por algún tiempo, Crash Bandicoot. Este anaranjado marsupial evolucionado artificialmente gracias a los experimentos del Doctor Neo Cortex, fue uno de los últimos grandes exponentes de los plataformas a la vieja usanza. Sus tres primeros juegos rebosan mucha simpatía y gran variedad en su desarrollo. Por ello se convirtieron en una de las sagas más populares de la Ps One y todo un símbolo para esta gran consola. La única pega que se le puede poner a este primer título es que salió totalmente en inglés, pero es un super clásico e imprescindible total, ya que el estreno de Crash Bandicoot dejó un plataformas colorista, muy variado y muy, muy divertido que fue un éxito instantaneo en todo el mundo. Sus 6,8 millones de copias vendidas lo prueban y se convirtió además en la mascota "no oficial" de la primera consola de Sony.

 

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